sábado, 5 de julio de 2008

No es para ti


No es para ti


¡Àmate y te salvaràs!
Bosques, montañas y praderas
Atendieron al llamado,
Era la voz de la doncella criolla,
Virgen natal, estambre de la bandera
Y testimonio cùprico en espadas, fusiles
Y espuelas, contéstame,
¿Por qué te revelas a este cordero herido?
¿Por qué he sido yo vanagloriado con tu eterno encanto
Y dulzura prudente?
- Oh, acércate hijo y adórame, comparte mi belleza,
Y si cumples con mis atenciones, te daré una trenza mía
Para que adores en
Cualquier momento,
Cualquier hora,
Cualquier lugar
- ¡bendita seas!, hoy mismo te llevare las mas bellas flores
Que han nacido en mi huerto, solo para ti reina mía
- No me basta con que recojas flores, debes crearlas con tus manos,
Un tallo de pisadas,
Cinco pétalos de azúcar,
Y clavos para su defensa
¡Crea!
¡Crea!
-Virgen criolla, esa empresa me es imposible, pero me tienes a mí como mejor obsequio, ¡mis manos son tornasoles de albedrío!
- hijo mío, yo ya se que te tengo, incluida esas casposas manos de viajero, pero quiero algo que no sea tan ronco ni estùpido, y que sorprenda hasta mi vientre, mátame a tu hijo y harás nacer en mi sentimientos robustos de atención y clemencia
- virgen criolla, te lo mataré ahora mismo
- Mátalo mañana en frente mío, hoy mi deber radica en barrer mis nubes
Y despejar el camino del sol, esperaba algo hoy, pero siempre lo que puede ser me resulta mejor presente,
Adiós.
Portazo en mi cara y la frágil figura de la doncella serpenteó en el cielo hasta perderse en la luna
- Oh Dios mío, creo que dudo de tu amante
Al otro día, un domingo feriado, a las tres de la tarde y zigzagueando en el viento, la virgen criolla apareció con un relámpago lleno de almizcle para ver cumplir su capricho…
- ¡Abraham, Abraham!
- Yo no me llamo Abraham, me llamo Andrés
- Tu hijo será ahora el que te nombre como mereces.
- Virgen mía, he aquí a mi hijo y esta maza para su cabeza
- Perfecto, pondré el fuego y la mesa
- Hijo mío, mírame a los ojos, tu fuiste concebido para que yo con tu madre fuéramos felices, tu fuiste el regalo mas grande para que siguiéramos juntos, pero ella decidió partir, así que ahora terminarás mi cometido de hacerme feliz, ¿hijo mío me tienes algo que decir?
- Desperté ensangrentado por sus huesos y moriré ensangrentado por tu mano, Abraham, ¿habrá espacio para mi en tu mesa?, ¿la mano de ella vale esa maza en mi cabeza?, ¿no le bastó con tus tornasoles y un futuro de arreboles mutuos, así que decidirás eliminarme para obtener su trenza?, Abraham, ella sacude nubes y teje mimbres celestes mientras nosotros sacudimos espinos y envejecemos bruscamente, a ella no le interesa lo que puedes hacer con tus manos, a ella solo le interesa cuanto te valen para ti, para así recibirlas y no escapar jamás a su vista perpetua, incluso cayendo de un precipicio ella no te ayudara, te tendrá como su muerte personal, única y siempre suya, pequeña virgencita mimada, perdiste la aureola el día en que gritaste aleluya en nuestras tierras y nosotros escuchamos, ¿Qué es lo que necesitabas de nosotros que no tuvieras del cosmos? ¿no te das cuenta de ello?, la libertad de los corderos siempre será igual a la del pastor, padre, hoy ella aquí frente a nosotros, es otro ser humano, no merece tus manos, ni mi cabeza, creemos flores humanas de hélices perpetuas, para así volvernos a nuestros tótems y decirles:

“lo siento pero el hombre no es para ti”.

2 comentarios:

Mesmerizer dijo...

mmm, akbo de leer los 3 archivos de tu blog xD

me gusta como escribes, en serio.
y soy re poco aporte para hacer criticas.
aún tengo tu libro: una de las pocas cosas que no he podido leer (u.u lo siento, pero m gana)

te me cuidas
chau

Edo dijo...

Me gusta lo que leo. Dejé de escribir en el parnassos y ahí escribí esto, amolda con la prontitud y gracía de la entrada.

Observo en muchos seres un remanente de fuerza y de placer que les lleva a querer ser función de algo; se precipitan hacia los lugares donde ellos pueden desempeñar la función y tienen el más sutíl olfato para descubrirlos. Algunas mujeres pertenecen a esta especie de seres; son de aquellas que se identifican con el papel de funciones de un hombre, funciones mal desarrolladas, y llegan a ser para él su política, su bolsillo o su sociabilidad. Tales seres se conservan mejor cuando se adhieren a un organismo ajeno. Si no lo consiguen se irritan, se agrían y acaban por devorarse a sí mismos.