domingo, 22 de agosto de 2010

El HGX453 (o la maquina de música)

Levantó el brazo, y el taxi viene. Adentro, suena una de las melodias modernas. Hacía mas de 20 años,en que el HGX453 emergiera y creara las cosas a su modo, tarde o temprano tenia que haber ocurrido, ¿no? el HGX453, la primera maquina en crear musica original, arte artificial, secuencias lógicas perfectas, el fin de los caprichos humanos al poner el sentimiento y el triunfo de la perfeccion, el anhelo de toda buena persona que atesora una sociedad perfecta, Una sociedad que se adelanta para crecer por medio de la tecnologia, y un ejemplo de salto humano es esta maquina. Cada HGX453 posee un contacto con otro HGX453, donde cada uno de ellos hace una retroalimentacion con cada melodia o ritmo logico que haya hecho el otro, en otras palabras un truco de espejo sobre espejo, donde la secuencia se perfecciona hacia el infinito, pedazos de cancion son desechados, reciclados, re hechos y re acoplados en busqueda de la melodia perfecta en el menor tiempo determinado, al principio eran alrededor de 1456 melodias o canciones, ahora ya van en 63, acoplandose una a otra y tomando y desechando lo mediocre, o sea, lo humano. Dentro de dos años, ya existira solo una cancion, la cancion perfecta, la cancion que ineterprete todas las emociones en un momento, un cuerno de la abundancia que no se
agote, que siempre suena fresca. aunque tambien hay detractores, un grupo sostiene
que la musica no solo interpreta emociones, si no que tambien las crea, en otras palabras, la cancion perfecta engendraria una uniformidad de sentimientos en uno solo, todos sintiendo exactamente lo mismo, la antinaturaleza, el primitivismo como vision de futuro. Ignorantes, que ven con malos ojos la ciencia.
Me bajo del taxi, espero a Fernando, el siempre estudia hasta tarde, debo admitir que a pesar de trabajar en lo mismo, la costumbre nos unió en una comodida mutua, no se si realmente estoy enamorada, simplemente estoy tranquila, aún mantengo la melodia en la cabeza. Los autos como órganos perfectamente sincronizados, pero maneajdos por humanos, lo dislumbran a la vista. Ahí esta él con esa sonrisita, no nos saludamos de beso, ya que él sabe que no me gusta esas demostraciones de afecto publicas, y mas aun, no podria soportar ver mi libertad dañada por un hombre. Me da la mano gentilmente para cruzar la calle, el semáforo aún estará verde los próximos 63 segundos.

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